Cuando usar “subnormal” dejó de ser lo habitual
La lengua española, como todas las lenguas, va cambiando según pasa el tiempo, más concretamente según hacemos uso de ella. Es un ente cambiante que se va adaptando a sus usuarios y su realidad, así que, si observamos un cambio de terminología, es porque algo en nuestra sociedad ha cambiado.
Esta breve introducción me sirve como contexto para explicar lo que ocurrió en el IES Doña Leonor de Guzmán con el grupo D de segundo de la ESO.
Al hablar de accesibilidad en los medios, tratamos las dificultades que tienen colectivos como los menores o los mayores y, por supuesto, las personas con discapacidad.
Nuestro taller no es lo suficientemente extenso como para tratar todos los campos que requiere algo tan importante como la accesibilidad a los medios de las personas con discapacidad, pero intentamos que los asistentes se lleven unas nociones básicas.
Les mostramos la poca visibilidad que tiene este colectivo, algo de lo que suelen tener conocimiento. También les mostramos ejemplos positivos de personas con discapacidad que aparecen en los medios, cosas que no están acostumbrados a ver. Por último, les mostramos la manera correcta de referirse a ellos.
En este tercer asunto, muchos piensan que saben cómo hablar de los “minusválidos”, de los “invidentes”, de los que están “malitos” o, como dice el título de este texto, de los “subnormales”. Todos esos términos se han usado para referirnos a las personas con discapacidad física, a las personas ciegas y los dos últimos para las personas con discapacidad intelectual.
Aprender a nombrar a estos colectivos es el primer paso. Una vez los alumnos comprenden que no pueden referirse a ellos de cualquier manera, todo es más fácil.
Se sorprenden mucho cuando escuchan que hace unos años años se usaban términos como subnormal, pero subnormal fue una palabra acordada, su uso no fue fortuito ni casual. Incluso la administración la introdujo en sus documentos: Era la terminología oficial para referirse a un colectivo concreto.
Con el tiempo, esa palabra se cargó de sentido peyorativo y ahora se considera inapropiada.
Para estar lo más al día posible, tenemos que saber que se intenta usar una terminología no negativa, por lo que lo más adecuado es usar el término “persona con diversidad funcional”.
Las palabras se las lleva el viento
Sí, pero no todas. Las escritas perduran. Hoy en día es raro que los jóvenes no estén presentes en una o varias redes sociales. En ese tipo de páginas predomina la comunicación escrita, así que lo mejor será pensar dos veces antes de dejar para la posteridad un comentario del que más tarde nos arrepintamos.
Pero en internet, un mundo donde cada segundo cuenta, es complicado pensar las cosas dos veces. A veces incluso es difícil pensarlas una vez.
Antonio J. Reina
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