Cuando la pobreza y las ganas de aprender van de la mano
La periodista Lourdes Álvarez nos cuenta su experiencia en el centro Guadalinfo Tres Barrios de Amate en los talleres de Medios en Igualdad.
El Centro Guadalinfo Tres Barrios de Amate se encuentra situado en el barrio de Los Pajaritos de Sevilla. Poco conocemos del barrio, salvo lo que nos cuentan los medios de comunicación y la imagen que nos llega a través de la prensa local, y no es buena, precisamente. Sabemos que hay droga y delincuencia, pero, ¿conocemos a toda su buena gente, trabajadora donde las haya?
Un claro ejemplo es Francisco Jesús Jiménez, coordinador del Centro, aunque todos lo llaman Francis. Él es el Portavoz de la Plataforma Cívica que agrupa a todas las asociaciones y es educador en la Asociación Candelaria. Lucha activamente por la igualdad y la participación ciudadana, por salir de la marginalidad y por mejorar las condiciones de vida de todos sus vecinos, promoviendo la educación y la formación, y eso salta a la vista nada más nos encontramos con él. En sus palabras imprime pasión e ilusión por construir un futuro mejor y por volver a disfrutar de un barrio en el que nació hace 39 años, lejos de la exclusión y la pobreza.
“No se puede estigmatizar un barrio por un grupo de personas”
Enamorado de su barrio, nos cuenta que los medios juegan un papel determinante a la hora de perpetuar ese foco de marginalidad. Desde que ocupa el cargo de portavoz, son muchos los periodistas que se han acercado hasta él ávidos de información sensacionalista, “sin reparar en la toda la gente honrada y trabajadora que vive aquí y que cada día pelean por sacar a su gente adelante”, como él mismo denuncia.
Es cierto que, a veces, resulta casi imposible mantener ciertas normas de convivencia en la zona y que el caos reina en algunas viviendas. Y es que Los Pajaritos es el barrio más pobre de España según el índice Indicadores Urbanos del Instituto Nacional de Estadística (INE), y eso vende. Pero no se puede estigmatizar a todo un barrio por un grupo de personas. Cierto es que en ese ambiente de delincuencia y exclusión social se ven obligados a convivir aquellos residentes que no han sucumbido a la tentación de la droga: “muchos de esos inquilinos que le dan la espalda a los trapicheos son personas de avanzada edad, que llegaron en la década de los 60 a unas viviendas que hoy presentan graves problemas de habitabilidad”, nos confiesa Francis. Nadie duda que el barrio vive en la actualidad un problema social mayúsculo y que hay que hacer algo para ponerle fin. Pero también pasan cosas buenas y hay que darles visibilidad.
A nuestra formación de hoy han acudido las madres de la Asociación: mujeres luchadoras y empoderadas como Estrella, Cynthia, Elvira y Reyes que ponen de manifiesto sus ganas por aprender, escucharnos, debatir sobre el periodismo y la labor de los medios, la igualdad en el tratamiento de la información y la accesibilidad de dichos medios. Y es que aquí la pobreza y la falta de recursos, la dificultad social y las ganas de aprender van de la mano y forman un todo.
“De nada sirve rehabilitar un barrio para después olvidarlo”
Todas coinciden en señalar que “de nada sirve invertir en rehabilitar un barrio para después olvidarlo y dejar que se degrade de nuevo”. Y es que es así cómo piensan los vecinos. Y los medios de comunicación juegan un papel muy importante en este sentido, ya que pueden contribuir a mejorar la imagen del barrio, resaltando todas las cosas buenas que pasan en estas calles cada día, como el gran trabajo que hace la Asociación con su Plan Educativo y Social, intentando luchar contra el alto índice de absentismo escolar que hay en la zona. Y si en algo podemos contribuir desde Medios en Igualdad, bienvenido sea.
El poder de los medios de comunicación entre la sociedad y la opinión pública, e incluso, en muchos gobiernos y representantes es innegable. Aprovechemos esas herramientas que el periodismo nos brinda para llegar a más gente, para crear conciencia y a fin de cuentas, generar un cambio positivo. Porque hay muchos testimonios que merecen un papel protagonista en los medios, pues tienen mucho que aportar.
Todas esas mujeres que acuden a la Asociación cada día, todos esos monitores que contribuyen a un futuro más próspero para los niños y niñas. Que el periodismo no sea sólo un negocio, sino que contribuya a formar a una sociedad educada y bien informada. Porque los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a recibir una información veraz y de calidad, donde tengan cabida tanto lo bueno como lo malo. Y los periodistas tenemos aquí mucho que decir, pues en nosotros recae la ineludible responsabilidad. No dejemos pasar esta oportunidad y saquemos partido a “nuestro poder”. Estamos aquí para informar, formar, entretener, generar un espíritu crítico y educar. Y “la educación es el arma más poderosa con la que poder cambiar el mundo”, como ya dijo Nelson Mandela.
Lourdes Álvarez
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