La diferencia entre ‘morir’ y ‘ser asesinada’

Hoy en el Observatorio de Medios en Igualdad vamos a analizar el tratamiento informativo que los medios de comunicación realizan a las noticias relacionadas con los asesinatos machistas en España.

Lamentablemente, en nuestro país en lo que llevamos de año 36 mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas. Unas cifras que arrojan una terrible realidad social que hasta el pasado mes de julio no ha contado con un Pacto de Estado para atajar la violencia contra la mujer.

Este tipo de violencia machista es un problema estructural que se produce en todos los estratos sociales y que actualmente supone la primera causa de muerte violenta en España. De ahí la importancia de que los medios de comunicación sepan realizar un tratamiento informativo adecuado, situación que no se da en la mayoría de los casos.

Fallecer es un hecho natural, morir es que alguien te arrebata la vida

Una de las evidencias más claras de esta afirmación es el tema de cómo los medios enfocan los titulares de los asesinatos machistas, en la mayoría de ellos se pueden leer cómo las mujeres ‘mueren’ o ‘fallecen’ a manos de su pareja, cuando la realidad es que las víctimas son asesinadas.

¿Cuál es la diferencia? Fallecer o morir es un hecho natural, todos en algún momento moriremos bien por accidente, por muerte natural o enfermedad. Sin embargo, ser asesinado se refiere a que una persona mata a otra. Usar la palabra fallecer o morir suaviza el acto y culpabiliza a la víctima del hecho.

A continuación, hacemos un recopilatorio de titulares que erran en su tratamiento informativo:

Estos titulares fueron publicados a lo largo de este último año y corresponden a las cabeceras de El País, ABC Sevilla, El Mundo, 20 minutos y Diario de Sevilla. Lo correcto hubiera sido enfocar el titular de la siguiente forma:

Esta noticia de la Ser usar la palabra ‘asesinar’ y ‘matar’ en el título y subtítulo, que es la forma que más se ajusta a la realidad. En Medios en Igualdad incidimos en la necesidad de que los profesionales de los medios de comunicación estén al tanto del tratamiento especial que algunas informaciones requieren para no implantar en la opinión pública una imagen distorsionada de la realidad.