“Hacen falta más noticias positivas en los medios”
La formadora de Medios en Igualdad, Mar Pino, nos narra su experiencia con el taller de ‘Medios en Igualdad’ del Centro Guadalinfo de Marchena.
Josefina, una mujer elegante con expresión amable pero seria, fue de las tres primeras en entrar en esta aula amueblada exactamente igual que el resto de aulas del programa de Guadalinfo de la provincia: cómodos sillones y sillas giratorias rojas, ordenadores idénticos, mesas idénticas, pantallas idénticas.
Nada más entrar Josefina se dirigió a nosotros y nos preguntó:
- “¿De qué vais a hablar exactamente? Es que no nos lo han dicho”.
- De medios, de igualdad, de cómo se representan los colectivos de personas con discapacidad…
- Bueno, escucharé un rato y si no me interesa me voy. A estas alturas no me gusta perder el tiempo haciendo cosas que no me interesan”.
Con esta declaración de intenciones honesta e incuestionable empezamos el taller.
El centro, ubicado en un polígono industrial de este municipio de la campiña sevillana, es un edificio enorme que alberga diferentes iniciativas de participación y asistencia ciudadana. En esta ocasión casi 20 personas asistieron al taller de Medios en Igualdad, todas mujeres, como Josefina, procedentes de dos asociaciones de la localidad.
“Deberían informar sobre acontecimientos positivos que inspiren”
A lo largo de las tres horas siguientes hablamos entre todas (el femenino genérico en este caso tiene más sentido que nunca porque mi compañero Fernando era el único varón) de comunicación, medios, periodismo, entretenimiento, igualdad, maternidad, cuidados…. Y todas, creo, aprendimos algo de las experiencias y análisis de las demás. Que los medios deberían cumplir la función social y educativa que en teoría tienen, era una de las ideas con las que todas coincidían.
“Deberían informar sobre acontecimientos positivos que inspiren y no me refiero al programa ese de Gente Maravillosa, eso es tramposo y solo busca el morbo”. “Tendrían que hablarnos más de medio ambiente, de la naturaleza”. “Sí, pero entonces ¿por qué ve todo el mundo Sálvame?”
La pregunta del millón recurrente en cualquiera de estos encuentros. Pregunta para la que siempre hay una misma respuesta: “Porque nos gusta saber lo que les pasa a los demás”. La conclusión es siempre más o menos la misma.
La cuestión de género suele suscitar también debates recurrentes: ¿Podemos cambiar los roles de género? ¿queremos? ¿cómo nos afectan? ¿A quién benefician más? En encuentros como el de Marchena en el que la totalidad de las asistentes eran mujeres, el debate se decantaba hacia la responsabilidad que ellas mismas habían tenido en la educación de sus hijas e hijos perpetuando esos mismos roles. Reconocían que sus hijos tenían más asumido el reparto de tareas por igual en sus casas, a pesar de que ellas mismas no siempre los habían educado así.
Fue un debate tranquilo y fructífero en el que se habló de la tendencia a etiquetar a las personas potenciada por los medios, de la responsabilidad de la ciudadanía a la hora de enfrentarse a esos medios que a veces manipulan tanto, de la importancia de estar bien informadas y exigir contenidos rigurosos. Hablamos de redes sociales (todas tenían Facebook y Twitter y algunas Instagram), de medios digitales y de la necesidad de seguir aprendiendo a cualquier edad. El tiempo voló en Marchena y Josefina se quedó hasta el final.
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